Esta receta está inspirada en una sopa húngara que contiene ingredientes iguales o parecidos en algunos casos. Es la frescura de la fruta junto con las especias lo que acompaña de maravilla al pescado con el aroma a madera.
Vamos a necesitar:
1 lomo de trucha ahumada.
100 gr. cerezas.
1 ramita de canela.
250 ml de vino blanco seco (sauvignon de Rueda).
1 tira de cáscara de limón.
Una pizca de sal.
20 gr. de azúcar moreno.
1 cucharada sopera de maicena.
1 yogur griego.
Para la salsa:
Deshuesamos las cerezas y metemos los huesos en una bolsa de plástico para congelar e introducimos en el congelador unos minutos. Sacamos y golpeamos con un rodillo de madera de amasar para partir algunos de los huesos y ayudar a que desprendan su aroma.
Introducimos en una cazuela los huesos con el vino, la ramita de canela, la cáscara de limón, la sal y el azúcar durante 15 minutos a fuego suave. Tapamos. Sacamos un par de cucharadas y mezclamos con la maicena y formamos una pasta. Añadimos al resto de la mezcla de nuevo para espesar.
Colamos y añadimos la pulpa de cereza y ponemos 10 min a fuego suave hasta que se ablande.
Dejamos enfriar y añadimos el yogur griego. Batimos bien con la batidora y ponemos al punto de sal.
Presentación:
Con unos cogollos de brócoli al vapor y unos brotes de hinojo, servimos el pescado en trozos grandes junto con la salsa.
Se ve delicioso y muy sencillo te prometo hacerla =)
Espero ansioso el resultado!